Recogida de los huevos tras la incubación

Tras la incubación, llega la recogida de los huevos. Si no contamos con dispositivos para una recogida automática, lo más adecuado es realizar la recogida de huevos de manera regular a lo largo del día, de esta manera evitaremos que pueda producirse cualquier contagio debido a la flora de los corrales.

La recogida de huevos debe hacerse durante varias veces al día. Esto es importante dada la flora microbacteriana que se encuentra en los gallineros, que puede dar lugar a contagios y enfermedades del pollito recién nacido. Esta recogida también se realiza para asegurar una buena temperatura para la evolución del embrión.

De este modo no se incubarán los huevo uno a uno, sino que conforme se vayan recogiendo, reiniciará la incubación con el mayor número posible de unidades que así nazcan al mismo tiempo todos los polluelos.

Si no recogemos los huevos de nuestro gallinero a tiempo, la evolución del embrión se verá favorecida por la temperatura que tenga el gallinero y ello afectará al porcentaje de eclosión de los huevos y lo disminuirá de manera considerable.

El periodo para lo conservación de los huevos desde su recogida es de 12 días hasta que no se inicia de nuevo el proceso de incubación. Por ello se recogen los huevos de manera periódica y se mantienen a una temperatura suficientemente baja como para detener la evolución del embrión, pero no tan bajas como para que este muera. Colocaremos todos los huevos a la vez en la incubadora o los podremos a disposición de una “madre adoptiva” bien predispuesta a desarrollar su labor como gallina clueca.