Las pulgas chupan la sangre y debilitan a las gallinas ponedoras mientras que los piojos mastican su piel, lo que les provoca picor, caída de las plumas y nerviosismo. Es una de las enfermedades más comunes en los gallineros domésticos y se transmite al hombre.
La forma más común de tratarlos es con polvos específicos para combatir este tipo de parásitos (Bolfo o Sinpul). Se pueden aplicar los polvos directamente sobre la gallina o llenar un recipiente donde ellas mismas se van a revolcar para limpiarse, cosa que a la vez provocará la eliminación de las pulgas o las garrapatas.