Mascotas interesantes, sociables y fáciles de cuidar. Así son las gallinas, unas mascotas que se han adaptado a la perfección a la vida con los humanos desde hace siglos.
Las primeras gallinas vivieron hace 5.000 años a.C. en las selvas del sur de Asia. Permanecían casi siempre en los árboles por la noche y tenían picos y garras fuertes para combatir contra sus depredadores.
Años más tarde y algo más próximos a la actualidad, en Sudamérica, los indios araucanos criaban gallinas Araucanas, unas gallinas muy curiosas ya que ponen huevos azules y que, aún hoy en día, se crían en algunas zonas de Sudamérica.
Con el comercio, las gallinas fueron llegando a todo el mundo y cobraron un gran valor. Antiguamente, las gallinas se ofrecían como regalo de bodas a los novios y muchas familias se alimentaban gracias a las gallinas que tenían en sus humildes estables.
Y es que, las gallinas son animales de domesticación fácil y de cuidados y atenciones muy sencillos. Ya los egipcios empezaron a utilizar técnicas para la incubación y la cría de huevos artificial, unas técnicas en las que se han basado las actuales y que asentó las bases de su domesticación.
La popularidad de las gallinas creció cuando en1852 a la reina Victoria de Inglaterra le regalaron dos gallos y siete gallinas Cochin, una raza grande y espectacular proveniente de China.
Actualmente, las gallinas cuentan con una popularidad universal. Las películas infantiles como Chicken Run o los dibujos animados de la Warner Bros, el Gallo Claudio, han extendido su fama de sociables y amigas del hombre. Una mascota que ha vivido a nuestro lado durante miles de años.