Ni siquiera los famosos han podido resistirse a sus encantos. Y es que el cerdo vietnamita es una mascota graciosa, cariñosa y que ya ha enamorado a muchas personalidades. Ahora también puede formar parte de tu familia, como un miembro más. Sus cuidados son sencillos y tendrás asegurando una mascota simpática que te dará mucho cariño. 

Aunque debes aplicarte en su adiestramiento, ya que no es igual que un perro al que rápidamente podrás enseñarle órdenes y trucos nuevos, los cerdos vietnamitas también son muy inteligentes y cariñosos. Se adaptan muy bien en familias con niños, que podrán jugar sin ningún tipo de problema con ellos, llevarlos a pasear con su correa o incluso bañarles.

El cerdo vietnamita ha recaudado tantos seguidores gracias a que es tan parecido a un perro o un gato, pero incluso más simpático y diferente a cualquier otra mascota. Sus cuidados también son muy sencillos, aunque hay que prestar cierta atención a su alimentación. 

No le des piensos para cerdos, ten en cuenta que este alimento está pensado para su engorde, y no querrás que tu mascota se pase todo el día tirada en su cama, sino que querrás jugar y pasear con ella. Por eso aliméntale de manera sana, son omnívoros así que aceptarán cualquier alimento, aprovecha para mezclarle verduras, frutas y hortalizas. Cuando tengas oportunidad, sácale a pasear.

No te preocupes por el olor, al contrario que ocurre con los cerdos de granja, los cerdos vietnamitas son tan limpios como un gato. Déjale una bandeja con arena, y allí hará sus necesidades. Pero recuerda, nunca dejes la bandeja cerca de donde duerme, ya que no querrá dormir ahí o alimentarse. Los baños frecuentes no son necesarios, ya que pueden ser perjudiciales para su piel.