Cuando no contamos con demasiado sitio en casa, nuestra terraza o un pequeño balcón es espacio suficiente para tener nuestro propio huerto casero. Plantar nuestras propias semillas y meses más tarde disfrutar comiendo las verduras y hortalizas que hemos cultivado, no es cuestión de espacio, sino de tiempo y dedicación.

Estudia tu terraza o balcón. ¿Cuenta con las condiciones climatológicas adecuadas? Para que nuestros cultivos puedan nacer y desarrollarse correctamente necesitamos un espacio que cuente con, al menos, 6 horas de luz natural directa. Para evitar rachas de viento fuertes, debemos colocar nuestro huerto orientado hacia el sur.

Ten en cuenta que es una afición en la que no se obtienen resultados de la noche a la mañana y en la que no es buena idea ser impacientes. A veces, las condiciones de temperatura o clima, nos obligan a dedicarle un mayor esfuerzo a nuestro huerto, y lo que puede cultivarse en otras situaciones en dos semanas, a nosotros puede que nos lleven cuatro.

Podemos cultivar infinidad de vegetales y hortalizas. Consigue semillas o plantones en tu centro de jardinería de berenjenas, acelgas, lechugas, hierbas aromáticas como el cilantro, perejil, orégano, albahaca. Podemos combinar algunas hortalizas en una misma maceta, pero recuerda que necesitan espacio suficiente para crecer. Los tomates por ejemplo, deben estar suficientemente separados para cuando las tomateras crezcan puedan tener espacio para los frutos.

El riego no requiere demasiada inversión. Es buena idea contar con una pulverizadora grande para 15 o 20 litros de agua, con la que podamos regar cómodamente las macetas sin tener que ir cargados con botellas u otros recipientes.

La producción que obtendremos puede que no sea muy alta al principio, pero no es tanto lo que vayamos a conseguir, sino la calidad. Poco a poco podremos ir ampliando el huerto y con la práctica, mejorar nuestros cultivos.