En función de la raza de las aves de nuestra granja, tendremos en cuenta una serie de características clave que lo conformarán como un excelente ejemplar para la reproducción. Por lo general, debe demostrar robustez, viveza y una buena complexión física. Estas son algunas de las características por razas:
Gallos y gallinas
Existen ciertas características generales que son básicas pero muy útiles a la hora de seleccionar un buen gallo para la reproducción de nuestras gallinas. Por ejemplo, el gallo debe demostrar un carácter vivo, agitado, junto con una complexión esquelética y muscular robusta y bien desarrollada. Esto último puede variar dependiendo de la raza de nuestro gallo. Imprescindible resulta también que el gallo muestre un porte orgulloso y altanero, una buena muestra y señal de virilidad y masculinidad. La cresta y los orejones de los ojos deben ser de color ojo intenso. El plumaje denso y muy brillante.
Para el caso de las gallinas, estas también deben ser robustas, tener un abdomen ancho y un tronco amplio, que nos asegurará una buena puesta de los huevos fecundados.
Pavos
Los pavos presentan un importante dimorfismo sexual, es decir, importantes diferencias de peso entre machos y empresa, por lo que es recomendable buscar ejemplares que sea equiparable en peso en la medida de lo posible. Si no lo hacemos así, podrían resultar heridos a la hora del acoplamiento. Si nos encontramos con una pareja que presente dimorfismo y que no podamos emparejar con otros ejemplares, tendremos que recurrir a la fecundación artificial.
Patos
Los patos son reproductores de forma muy temprana, algo que debemos evitar para que los huevos no sean demasiado pequeños y den lugar a ejemplares con salud endeble y poco peso.
Ocas
Las ocas pueden ser buenas reproductoras a los dos meses de edad. Para emparejarlas con otro ejemplar, debemos hacerlo de forma progresiva, para evitar el rechazo del grupo.