El verano está a la vuelta de la esquina y por eso es momento de ponerse
manos a la obra para hacer una buena puesta a punto de nuestro huerto.
Lo primero que debemos hacer es una correcta planificación: escoger la
verduras y hortalizas que más se consumen en casa y las que más os gustan.
La puesta a punto
Una vez hayas escogido las hortalizas perfectas para ti y para tu familia,
deberás determinar la correcta ubicación de tu huerto casero. Debe ser un
sitio soleado y correctamente delimitado o vallado para evitar que entren
animales (gatos, perros, ratones…).
Seguidamente se preparará el suelo: eliminación de malas hierbas, oxigenar
la tierra y añadirle abono. Una vez la tierra tiene una textura homogenea
ya se puede empezar a plantar.
Qué plantar en verano
– Pimientos: Verdes y rojos, ambos son extremadamente ricos en vitamina C.
Les gustan los lugares soleados y cálidos. Se aconseja dejar
aproximadamente 75 cm entre planta y planta para que se desarrollen
correctamente. El pimentero prefiere un sustrato fértil y un buen drenaje.
Requiere de un riego abundante (en verano a diario). Empieza a fructificar
a mediados de verano hasta principios de otoño. Si quieres estimular su
crecimiento, pinza las puntas.
– Tomates: La planta se debe plantar a finales de mayo como máximo (clima
mediterráneo) o durante el mes de junio (clima continental). Su cultivo es
bastante sencillo, solo exige un clima moderado, sol y un riego abundante,
especialmente en épocas de mucho calor. Cuando vaya creciendo, deberás ir
atando el tallo principal a cañas o palos para que no se doble y se rompa.
– Lechugas: La siembra de la planta se puede realizar entre mayo y junio.
Crece bien si el clima es moderado pero sufre con el frío y con el calor
extremo. Es fundamental regarla abundantemente mientras se crea el
cogollo. El problema de las lechugas son los caracoles y las babosas, que
puede que se los coman. Si se controlan estas cuatro eventualidades, se
pueden tener lechugas todo el verano. Es aconsejable plantarlas de forma
escalonada con algunas semanas de diferencia. De esta forma se adapta la
recolección y el momento óptimo de la planta a las necesidades de consumo
de la familia.
– Calabacines: La siembra será durante este mes como máximo. Esta planta
es muy espectacular y crece a lo ancho, por lo que deberás prever no
plantar otros ejemplares a su alrededor. Con un solo ejemplar puede comer
toda una familia calabacines durante todo el verano puesto que si está
bien cuidada y se desarrolla bien, tiene una producción muy elevada. Sus
flores son hoy en día un preciado lujo gastronómico que puedes comer
fritas y rebozadas. Es una planta a la que le gusta el sol y también
requiere un riego abundante durante el verano.
Algunos consejos:
– Cultivar las verduras y las hortalizas en función del consumo familiar
– Dejar espacio entre las plantas para que puedan crecer y desarrollarse
correctamente
– Quitar las malas hierbas
– Evitar el encharcamiento durante el riego para que no aparezcan plagas
– Revisar que no salgan pulgones ni otro tipo de plagas