Siempre se ha creído que las gallinas están mejor con un gallo dentro del gallinero, algo que no es del todo cierto.

A parte de alborotar el gallinero (literalmente) y molestar a los vecinos si vivimos en la ciudad o en una zona bastante habitada, también es necesario saber que la presencia del gallo en el gallinero no influye para nada en la producción de huevos ni en la mejora de la vida de la gallina y los pollitos.

La única razón por la cual la gente pone un gallo en el gallinero es porque quieren huevos fértiles para incubar, a parte de eso, el gallo consume mucho alimento y alborota el gallinero.

Si hay más de un gallo en el gallinero seguramente habrá huevos infértiles porque cuando un gallo esté montando una gallina vendrá otro y lo echará.

Un solo gallo puede atender un máximo de 50 gallinas perfectamente aunque lo ideal es un gallo para unas 10-15 gallinas.

Cuidado de los pollitos

– La primera semana: Si encima hay pollitos en el gallinero tenemos que tener en cuenta que estén en perfectas condiciones.

Las aves que tengan crías tienen que estar en un sitio tranquilo donde no las molesten ni otras gallinas ni el gallo durante una semana más o menos. Durante este tiempo se les dará agua y alimento y no sacarán a los pollitos.

– Al cabo de una semana: Se pueden dejar salir los pollitos un rato por las mañanas y se encerrarán por la tarde.

– A los 15 días: Las gallinas pueden pastar libremente con sus pollitos.

Los más importante en los pollitos recién nacidos es que estén a salvo del frío ya que necesitan mucho calor, y la mejor forma de obtenerlo es del contacto con su madre.

A partir de los 45 días las crías se valen por sí mismas y las hembras vuelven a producir. A partir de aquí se podrían juntar en el gallinero con el gallo, no obstante, el gallo no sirve para cuidar a las crías.