Está demostrado que abonar la tierra de nuestro huerto casero o de las macetas que utilizamos para cultivar nuestras verduras y hortalizas es lo mejor que se puede hacer para obtener una productos de calidad, sabrosos y sanos.
Para evitar dudas sobre qué cantidad se debe echar, el tipo de abono a utilizar o durante cuánto tiempo, sólo decir que si un abono es orgánico es beneficioso para el desarrollo de nuestros vegetales. Si tuviéramos que elegir uno en concreto sería el humus de lombriz.
El humus de lombriz es el más eficaz y entre sus muchas propiedades o ventajas encontramos las siguientes:
► Elimina los contaminantes medioambientales del suelo y los transforma en un producto ecológico perfecto para la agricultura y la jardinería
► La utilización en grandes cantidades no daña la tierra, mientras que los fertilizantes químicos o el mal uso de estiércol puede provocar la saturación de la tierra y una posterior contaminación
► No produce quemaduras de los brotes jóvenes
► Es inodoro, no mancha ni deja restos al tocarlo
► Incrementa la producción
► Mejora de los frutos obtenidos
► Permite la recuperación de las sustancias nutritivas
► A diferencia de los fertilizantes químicos, que pierden eficacia por lixiviación e inmovilización, el humus de lombriz es un perfecto catalizador provocando que el vegetal asimile todos los humatos, la aportación de nutrientes aumenta, el suelo se regenera por sí mismo y recupera la fertilidad