Si tenemos un gallinero con gallinas y un gallo, es muy posible que alguna de nuestras gallinas ponga huevos fertilizados. Es frecuente que esto ocurra en primavera o en verano, momento en el cual nuestra gallina se volverá clueca, nos daremos cuenta de ello cuando ponga alrededor de 10 ó 12 huevos y los incube durante los siguientes 21 días. Aquí empezará el proceso para la cría de los pollitos.
Durante esos 21 días de incubación, los huevos tendremos que moverlos para que a todos les pueda dar el mismo calor. La gallina clueca estará apartada del resto de las gallinas y nos aseguraremos que siempre tenga agua fresca, alimento cerca y un barreño con arena para que pueda efectuar su limpieza diaria.
Si no tenemos gallinas para que nos incuben los huevos, podemos utilizar una incubadora, ya que recrea a la perfección las mismas condiciones que le ofrece la gallina a los huevos fecundados. Pero si es la gallina la que los incuba no debemos preocuparnos. El instinto del animal le avisará y le indicará cómo debe cuidar a sus pollitos.
De todas maneras, conviene tomar algún tipo de precauciones extra como, por ejemplo, dejar a la gallina madre con sus pollitos hasta que éstos puedan valerse por si mismos, que suele ocurrir al pasar unas 8 semanas.
A los pollitos debemos alimentarles con una comida especial como migas de cereales para que puedan digerirlo bien y, eso sí, recuerda disponer siempre de agua fresca y en un bebedero adaptado a sus pequeñas dimensiones para que no se ahoguen.