Una de las mayores desesperaciones de los dueños de los perros llega cuando nuestras mascotas no quieren comer el pienso que le ponemos, lo rechazan, y empezarán a pedirnos otro tipo de comida. ¿Qué hacer cuando esto ocurre?

Como buenos dueños no debemos ceder ante los “caprichos” de nuestras mascotas. El pienso para perros está ideado para que contenga todos los nutrientes y vitaminas necesarias para su correcta alimentación. No es comida adecuada para nuestro perro, la alimentación casera o las sobras de comida. Las grasas y las salsas pueden provocar una enfermedad en nuestro perro, un desajuste en su alimentación y la temida obesidad.

Por eso, y a no ser que nuestro veterinario nos prescriba una dieta especial casera por algún problema específico, la mejor alimentación para nuestro perro es el pienso. Es frecuente que cuando empiezan a comer pienso cuando son cachorros o cuando cambiamos de marca habitual, nuestro perro rechace la comida. ¿Por qué ocurre esto y cómo evitarlo?

Parece que no tiene razón aparente, pero en realidad ocurre que puede que no se acaben de acostumbrar a su nuevo pienso o que el nuevo no les resulte lo suficientemente “sabroso”. También puede ocurrir que se haya “aburrido” de su pienso de siempre.

Si nuestro perro es cachorro y empieza a comer pienso, debemos habituarle al sabor nuevo. Lo mejor es ponerle una pequeña cantidad de comida en su plato y dejarle que se tome su tiempo para empezar a comerla. No debemos desesperar ya que, tarde o temprano comenzará a comerlo.

Si nos encontramos que nuestro perro se ha “aburrido” de nuestro pienso habitual, lo mejor es cambiar de tipo de pienso. No se trata de cambiar de marca, sino de ingredientes de nuestro pienso. Algunos se basan en arroz y pollo, otros en pescado. Podemos variar por temporadas, para que así nunca se “canse” del mismo sabor.

Si hemos cambiado de pienso y ahora nuestro perro lo rechaza, lo que debemos hacer es añadir al nuevo pienso un sabor conocido pero que le guste: un poco de salchichas, jamón picado,… en pequeñas cantidades y mezcladas con el nuevo pienso para que así se vaya acostumbrando. Debemos ir retirándole estos “sabores extra” poco a poco. Al final, estará encantado con su nuevo pienso y lo comerá perfectamente.