¿Qué es la avicultura de ocio?

Contar con tu propio gallinero en casa ofrece mucho más que la satisfacción de tener huevos caseros y frescos cada mañana de nuestras propias gallinas. Nos aporta, a toda la familia, valores de respeto y cariño hacia los animales y la naturaleza. Una actividad que ahora se convierte en una afición pero que no deja de ser una forma de no perder las viejas y sencillas costumbres de antaño.

Avicultura de ocio

La experiencia de tener un gallinero en casa es muy grata. La afición a la cría y cuidados de las aves ofrece momentos muy agradables para compartir en familia.

Desde siempre, la avicultura familiar en el jardín o en el patio de la casa, ha representado un importante porcentaje de la producción de huevos y carne de aves. Y es que, la cría de aves domésticas no exige demasiados cuidados, ni tampoco grandes inversiones. Las aves se crían perfectamente con los propios desechos de nuestra cocina, cereales troceados, insectos, briznas de césped o cereales.

Además de poder disfrutar de huevos frescos y de la excelente carne de las aves de corral, rica en proteínas, los aficionados a la avicultura de ocio están de acuerdo en la profunda satisfacción y placer que produce ver a tus aves paseando saludables alrededor de tu patio o jardín. Una función que además se le une a que estas aves permite combatir con plagas de insectos o caracoles y que, además nos proporcionarán abono si contamos con un pequeño huerto en nuestro jardín.

Si la satisfacción de tener nuestras propias gallinas en casa se pudiera medir en cantidad de huevos, a penas tendríamos cestas para guardar todos ellos. Tanto grandes como pequeños disfrutan con una actividad que rescata los buenos valores que nos ofrece la naturaleza y los animales.

La avicultura de ocio se ha puesto de moda.