Generalmente nos encontramos con problemas de comportamiento que se deben a acciones que no han sido correctamente corregidas en su momento y que luego han derivado en un problema mayor. Te indicamos algunas claves para evitarlos.
- Durante los treinta y cuarenta y cinco días, el cachorro debe estar el tiempo suficiente con su madre y hermanos de camada. Es lo que se conoce como el imprinting, es el primer requisito para evitar que el perro tenga un comportamiento inestable en el futuro.
- La relación con el hombre debe empezar desde muy temprano, a partir de las cuatro semanas aunque todavía siga con su madre. De esta manera, podrá conocer y acostumbrarse en la persona con la que convivirá. Si se retrasa ese contacto pueden empezar a surgir los problemas.
- Asegúrate que el cachorro conozca su entorno una vez que llegue al nuevo hogar, de esta manera no se sentirá asustado por ruidos de coches y otros perros que reconozca como actitudes extrañas.
- Los cambios de hábito pueden provocar alteraciones en el comportamiento y el carácter. Muchas veces nos damos cuenta que nuestro perro se encuentra deprimido tras las vacaciones.
- El exceso de protección ocasiona comportamientos inestables. Si tu perro tiene una atención exagerada, la demandará siempre y si le falta le provocará un estrés importante. Es lo que se denomina como hiperapego.