Muchas personas que tienen jardín les gustaría montar un pequeño huerto casero en un rincón pero no lo hacen por miedo a que su propio perro, gato o incluso los gatos del vecino, destrocen todo lo que se siembre y echen a perder todo el esfuerzo y tiempo dedicado en el cultivo de nuestras propias verduras y hortalizas.

Normalmente, los animales domésticos que más destrozos provocan en el huerto son los gatos, ya que son muy independientes y les gusta disfrutar del jardín, tomando el sol, correteando, cazando bichos y también removiendo la tierra de nuestro huerto, pero por pura necesidad.

Una de las ventajas de tener gatos en casa es que limitan la presencia de ratones y pájaros. Lo que tendremos que hacer es vallar nuestros cultivos para que el gato no tenga acceso a ellos.

Los perros jóvenes también pueden ocasionar bastantes desperfectos en nuestros cultivos.
Los perros escarban en la tierra por pura diversión o para llamar nuestra atención, no como los gatos, que lo hacen para tapar sus excrementos. Además, son más juguetones y les gusta morder cosas (guantes, herramientas, mangueras…).

Si podemos, lo mejor es ir enseñando poco a poco a nuestro perro lo que puede y no puede hacer y si no, vallar la zona del huerto para evitar que acceda a ella.