La epilepsia en perros (II): Tipos de ataques

Los síntomas de un ataque epiléptico pueden variar según el origen de las descargas eléctricas.

Si tiene lugar en toda la corteza cerebral el perro caerá de lado, quedará rígido y pedaleará de forma involuntaria. El perro también sufrirá un exceso de salivación e incluso puede que se haga sus necesidades encima. Estos síntomas pueden durar entre un y dos minutos.

Seguidamente tiene lugar la etapa conocida como «postictus», en la cual el perro estará extremadamente excitado y correrá sin rumbo fijo chocando con todo lo que encuentre.

Otra manera de darse los ataques es la conocida como depresiva, cuando el perro duerme ligera o profundamente durante horas.

Los ataques epilépticos se presentan entre el primer año de edad y los siete años. las razas más propensas a sufrirlos son las siguientes: Beagle, Pastor Alemán, Caniche, San Bernardo y Setter Irlandés.

Cómo tratar la epilepsia en los perros

Los verdaderos ataques de epilepsia tienen una duración aproximada de 30 minutos. En este caso se debe llevar al perro al veterinario urgentemente.

Deberemos tener cuidado de que no se golpee con muebles y objetos con los que pueda hacerse daño. Debemos saber que durante el ataque epiléptico el perro desconoce todo lo que le rodea, incluso llega a no reconocer a su dueño. Cuando esto ocurra no deberemos tocarle. Lo que sí debemos hacer es anotar cuando empezó y cuando terminó el ataque. el tiempo que duró y los síntomas detectados para informar al veterinario y así establecer el mejor tratamiento.

El tratamiento de la epilepsia en perros consiste en administrarles anticonvulsivantes de manutención, que son medicamentos que impiden que las neuronas epilépticas disparen y diseminen sus descargas eléctricas.

Los dueños de los perros que sufren de epilepsia deben tranquilizarse tras el diagnóstico ya que en principio no existe peligro de muerte para el perro, ya que con la medicación adecuada, los perros epilépticos pueden vivir de forma normal.