La epilepsia es una descarga electroquímica del cerebro en la cual las neuronas se despolarizan o transmiten señales eléctricas a otras semejantes vecinas, creando un estado de excitabilidad en todo el cerebro.
La epilepsia puede aparecer en cualquier momento y se repite durante toda la vida del perro.
El cerebro envía ramos nerviosos hacia los músculos, los cuales no pueden contraerse si no reciben una señal del cerebro para que lo hagan, es por eso que, en el perro que sufre de epilepsia, se observe una actividad muscular intensa.
Etapas del ataque epiléptico
– Aura: Sabremos que nuestro perro va a sufrir un ataque epiléptico porque estará nervioso, inquieto, tendrá temblores, su saliva será más abundante y tendrá falta de atención y descoordinación.
– Ictus: Es el momento del ataque, el cual puede durar unos segundos o varios minutos. El perro caerá en el suelo sobre un costado y hará movimientos involuntarios como patadas, remo o pedaleo. También su saliva será excesiva y en algunos casos puede que pierda el control sobre sus necesidades.
En ese momento el perro perderá toda relación con su entorno.
Post- Ictal: Es el momento después del ataque, en el cual el perro estará desorientado, confundido, inquieto y en algunos casos habrá una ceguera y falta de respuesta a los estímulos ambientales.