Los huevos caseros producidos por gallinas propias son muy diferentes a los que compramos en el supermercado.
Para empezar, la principal diferencia que podremos apreciar cuando los rompemos, es la consistencia de la clara y de las yemas. Seguidamente, cuando lo batimos (si hacemos tortilla) notamos que cuesta más de mezclar la yema con la clara. Una vez cocinado, el sabor es notablemente diferente al que estamos acostumbrados habitualmente.
Así que, si aún no tienes gallinas en casa para recolectar huevos de primerísima calidad, no esperes más. TuGranjaenCasa.Com te enseñará los consejos necesarios para cuidar tus gallinas.