La pregunta más habitual es “¿Cada cuándo debo bañar a mi caballo?

Pues la verdad que cada vez que lo necesite. Si nuestro caballo trabaja en el campo y suda, debemos esperar a que las constantes vitales vuelvan a su estado normal y seguidamente bañarlo para quitarle todo el sudor acumulado. Además, el baño le ayudará a descansar mejor después del esfuerzo.

Si no utilizas a tu caballo para trabajar, lo ideal es bañarlo una vez a la semana o cada 10 días para eliminar suciedad y polvo.

Lo que si se debe hacer diariamente es cepillarlo. El cepillado es mucho más importante de lo que nos pensamos ya que le proporciona brillo a la piel y al pelo, así como la irrigación necesaria.