Gallinas ponedoras: Cómo evitar infecciones y enfermedades

La mejor manera de reducir o eliminar posibles problemas de salud en las gallinas es proporcionándoles un alojamiento apropiado, los cuidados básicos y necesarios, así como una alimentación sana y equilibrada.

A parte de estos cuidados básicos debemos tener en cuenta algunas tareas fundamentales y necesarias para conservar la buena salud de nuestras gallinas:

►   Es muy importante mantener el gallinero en buenas condiciones y evitar la humedad, las corrientes de aire o las temperaturas extremas, tanto si hace frío como calor.

►   Tener cuidado si se tiene que cambiar la alimentación ya que, un cambio brusco les puede producir diarreas.

►   Mantener los comederos y los bebederos limpios y desinfectados y cambiar el agua o la comida si estuvieran sucios. Se recomienda limpiarlos a fondo una vez a la semana o cada 10 días.

►   No tener muchas gallinas juntas. Es mejor tener pocas, bien cuidadas y productivas.

►   Nunca aprovechar el gallinero para criar otras especies de aves, como por ejemplo pavos o patos ya que si éstos se enferman, les pueden contagiar la enfermedad.

►   Si se quieren tener más gallinas, es vital incorporarlas poco a poco ya que si se meten muchas gallinas nuevas en el gallinero, las veteranas puedes desarrollar comportamientos violentos, pelearse unas con las otras, pueden ponerse nerviosas… y todo esto afecta a la postura.

►   Como se ha comentado en otras ocasiones, es muy importante cambiar la cama cada 2 ó 3 meses. Aprovechar eses momento para desinfectar el interior del gallinero.

►   Vacunar a las gallinas contra las enfermedades más frecuentes como la Bronquitis infecciosa y la Peste aviar (New Castle).

►   Desparasitar a las gallinas cada 4 meses aproximadamente.

►   Sacar a las gallinas muertas o enfermas del gallinero ya que pueden contagiar a las sanas.

►   Quemar las gallinas muertas para evitar que los microbios queden en la tierra y se enfermen las demás.