Dentro de poco estaremos en junio, mes muy bueno para nuestro huerto, el
cual se llena de actividad, no obstante, también llegan las altas
temperaturas, la disminución de las lluvias y la humedad del ambiente.
Todo ello supone tener que hacer la puesta a punto del riego y también
hacer una buena prevención de plagas, como por ejemplo las siguientes:
– Insectos: Durante el mes de junio, una gran variedad de insectos pueden
atacar nuestras verduras y hortalizas. Es habitual encontrarlos en el
envés de las hojas. Lo que hacen es alimentarse de la savia de las
plantas, algo que las debilita.
Si aparece algun tipo de plaga es porque la planta está débil y
seguramente nos estamos equivocando en algo (falta o exceso de riego,
falta o exceso de sol, exceso de abono líquido, baja biodiversidad de de
especies…). Lo primero que deberemos hacer es identificar el problema y
luego corregirlo.
– Hongos: Normalmente aparecen en ambientes donde la humedad es alta
(después de lluvias prolongadas o cuando se ha regado utilizando
aspersión). En los melones, pepinos, calabacines, sandías es frecuente el
oídio, que es como un vello blanquecino. Por otra parte, en los tomates,
patatas, pimientos, berenjenas…es más común el mildiu (manchas
marrones). Deberemos tener cuidado con las insolaciones y las horas de
riego para no dañar nuestros cultivos.
Si ya tenemos hongos en nuestros huerto casero podemos hacerles frente con
productos ecológicos (ajo, cola de caballo, própolis…).
– Adaptar el riego: Con la llegada del calor y de las altas temperaturas
debemos adaptar el sistema de riego. Durante el mes de junio se debe regar
varias veces al día pero con poca cantidad. Lo más cómodo es utilizar el
riego por goteo con un programador para regular el número de riegos
diarios y la cantidad. También es importante regar durante las horas de
menos sol (amanecer o atardecer), para evitar la evaporación y el
desperdicio de agua.