El mes de febrero está a punto de llegar y con él, las tareas de planificación del huerto.

Durante el próximo mes debemos preparar varios semilleros ya que, con la llegada de la primavera, podemos aprovechar para plantar diferentes hortalizas y verduras, como por ejemplo las siguientes: lechugas, tomates, pimientos, calabacines, berenjenas y cebollas. Si vivimos en una zona de mucho frío deberemos proteger a los semilleros cubriéndolos con una tapa transparente con ventilación especial para semilleros.

Lo que sí podemos sembrar directamente en nuestro huerto son rabanitos, acelgas y zanahorias, por ejemplo.

Febrero también es el mes de la puesta a punto del sistema de riego, el cual utilizaremos durante los próximos meses.

Si tenemos algunos plantones listos de cultivos de ciclo corto, como por ejemplo lechugas y escarolas, y observamos que alguna plantita ya tiene 4 hojas o más, podemos trasplantarlas pero teniendo en cuenta que todavía deberemos hacer uso de algún sistema de protección.

Si lo trasplantamos en recipientes normalmente se hace un repicado, que consiste en poner el plantón en un recipiente un poco más grande que el semillero si todavía no disponemos del recipiene definitivo y se gana tiempo ya que se consigue que las plantas enraícen correctamente y se hagan más fuertes, de esta forma el impacto del cambio al recipiente definitivo será menor.

Durante el mes de febrero todavía tenemos que proteger los cultivos del frío utilizando semilleros protegidos, con un propagador eléctrico o en cama caliente.

Si trasplantamos directamente en el suelo se pueden proteger las plantas con túneles de cultivo o telas calientes, en caso de que sea una zona muy fría, o con algún acolchado de plástico si estáis en una zona cálida.

A continuación vemos que se puede plantar en cada caso:

– Al aire libre: ajos, rabanitos, judías, zanahorias
– Semillero de cama caliente: coles, tomates, pepinos, pimientos, berenjenas
– Semillero protegido: lechugas, escarolas, acelgas

Durante el mes de febrero también podemos aprovechar para acondicionar y sanear el suelo, renovar los sustratos y la tierra, rotar los cultivos y remover la superficie.