Un día cualquiera en la vida de una gallina ponedora

La vida de una gallina ponedora se centra, principalmente, en la búsqueda de alimento, el descanso y realizar las puestas de sus huevos.

Gallinas ponedoras

El día para una gallina empieza temprano por la mañana. Cuando están acotadas en una zona de nuestro jardín con un espacio acotado y preparado para ellas, recién sale el sol, comen la comida o el alimento que les hayamos suministrado, además de intercalarlo con el picoteo de hierbas o pequeños insectos. Es por la tarde cuando realizan una mayor labor de búsqueda de alimento.

La puesta de huevos se realiza por la noche o por la mañana, dependiendo de la producción de óvulos que cuenta con un desfase de entre 24 y 26 horas. Las dobles yemas aparecen cuando la gallina todavía es joven, conforme empiezan a envejecer es más difícil encontrarnos huevos con doble yema.

Las gallinas no hacen más que una puesta al día, bien por la mañana o bien por la noche. Por la tarde, suele ser tiempo para el descanso: reposar en el corral o en sus gallineros o bajo la sombra de un árbol cuando el sol aprieta en verano.

A la vista de este pequeño cuaderno de bitácora, queda patente que las gallinas son animales muy tranquilos, de comportamiento rutinario y sistemático, incluso en un sistema de manejo semilibre. Toda calma es más que necesaria para que luego obtengamos esos estupendos huevos frescos.