Con las altas temperaturas del verano debemos prestar más atención a los cuidados del caballo ya que aparte de sufrir estrés térmico también pueden verse afectados por diversos insectos, los cuales, a aparte de ser molestos, les pueden transmitir enfermedades.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que si las temperaturas son altas es básico y fundamental que los caballos tengan acceso a agua fresca y limpia. Cuando hace mucho calor un caballo puede llegar a beberse 90 litros de agua.
Si tenemos varios caballos debemos controlar que todos beban por igual, ya que si hay alguno un poco sumiso siempre será el último en beber o tendrá problemas para hacerlo. Si es así se pueden añadir bebederos.
Con el calor los caballos van a perder mucho líquido con el sudor y es recomendable añadir algún suplemento en el agua para compensar. Además, deben tener acceso a bloques de sal o recibir diariamente un suplemento de sal para cubrir las necesidades diarias de cloruro sódico.
No nos podemos olvidar de usar repelentes contra los insectos para evitar que los molesten o que los piquen.
Si usamos nuestros caballos para trabajar en el campo, o para pasear a personas, debemos tener en cuenta de no hacerlo en las horas de más calor, ya que nos evitaremos muchos problemas.
Vía| TheHorse.com