¿Cuál es el mejor abono para mi huerto?

Abono para nuestro huerto caseroLos principales elementos que necesita el suelo de nuestro huerto para alimentar a nuestras plantas y árboles son tres: el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Aunque cualquiera de estos elementos puede conseguirse a través de abonos químicos, la experiencia de muchos horticultores confirma que, el aporte que ofrecen los distintos abonos orgánicos donde están presentes estos elementos, mejora las cosechas de frutos y hortalizas, y que éstos sean de mejor calidad. ¿Quieres saber de dónde obtener el mejor abono?

El nitrógeno es el elemento principal y el que más incide en los cultivos. Para que se fije a la tierra y no se disperse hacia la atmósfera, tendremos que utilizar medios químicos como el nitrato, pero existe un problema. La utilización de medios químicos para el fijar el nitrato produce el debilitamiento y la pérdida de calidad de plantas y cultivos. Lo más conveniente es utilizar abono orgánico procedente de la harina de pescado, de sangre, de heces de nuestras gallinas, de algas, o de aguas residuales. En este abono orgánico ya se encuentran, de por sí, nitrobacterias que fijan de modo constante el nitrógeno del aire en los suelos. La cantidad recomendable para aplicar a nuestro huerto es de 0,5 kilos de nitrógeno por cada 900 cm cuadrados de terreno.

El fósforo puede encontrarse en estiércol vacuno que es rico en este elemento, 2,3 kilos de fósforo por tonelada. Pero si, el análisis de la tierra de nuestro huerto revela que hay una carencia leve de este elemento, podemos utilizar abono orgánico que contenga fosfato mineral, que se liberará con lentitud a lo largo de los años. Lo encontramos, por ejemplo, en la sangre seca o en el lodo de aguas residuales. La cantidad recomendable es de 1,4 kilos por cada 9,3 metros cuadrados.

El potasio es muy necesario para fijar las raíces de nuestros cultivos a la tierra. En la mayoría de los suelos arcillosos ya encontramos cantidades suficientes. Pero si la tierra de nuestro huerto carece de este elemento, podemos aplicar cenizas de madera o estiércol de nuestro gallinero casero, o incluso, un buen compost que hayamos realizado en casa. Será suficiente 1,4 kilos por cada 9,3 metros cuadrados.