Los cerdos son animales de dimensiones considerables si los comparamos con otros animales de los que hemos tratado en otros artículos, tales como gallinas o conejos. La cría de cerdos exige un mayor compromiso y trabajo, ya que son animales que requieren de mayores cuidados.
Por ejemplo, en cuanto a la limpieza, tener un cerdo en casa exige la limpieza de la pocilga de manera diaria para evitar malos olores y restos de desperdicios que pueden resultar muy incómodos a la vista. Además, la correcta higiene tanto de la pocilga como de nuestro cerdo, asegurará la salud y el bienestar del animal.
Los cerdos, dadas sus dimensiones y su envergadura, debemos tratarlos con cuidado y con cierta destreza. Debemos tener especial atención de que los niños no se acerquen a ellos cuando son muy grandes, ya que un empujón o cualquier gesto que el animal no controle, puede provocar una caída o un buen susto. Incluso a nosotros, al darle la comida, con el propio entusiasmo del animal podremos recibir un buen empujón.
Cuidar un cerdo en casa exige mayores esfuerzos que cualquier otro animal de granja, y debemos establecer rutinas más exigentes y contar con habilidad para saber llevar al animal.
Por otro lado, la cría de estos animales es muy satisfactoria, al ser un animal fuerte y poco exigente en materia de alimentación, nos reporta muchos beneficios y nos puede ofrecer una producción de carne insuperable.