Cuando llega la época de frío, las gallinas sufren los cambios de temperaturas igual que nosotros. La lluvia, el viento o el frío del invierno pueden provocar enfermedades en nuestras mascotas como resfriados, lo que mermará la puesta de huevos. Para evitarlo, te damos algunas claves.
El invierno y sus bajas temperaturas pueden provocar un cambio en el bienestar de nuestras gallinas. El frío puede ocasionar que el propio equilibrio interno de los organismos de las aves se vea afectado, sobre todo cuando hablamos de las aves más jóvenes, los pollitos y también aquellas de más edad. En cualquier situación, la sensibilidad ante el frío y los cambios en el clima es muy notoria.
Sigue algunos consejos para que tus gallinas se encuentren a gusto durante el invierno:
- Coloca setos de hoja perenne rodeando el corral o gallinero. De esta manera lograrás proteger a tus gallinas de las inclemencias del tiempo, y disminuirá el frío y evitarás que estén expuestas a la vista de depredadores naturales. Las gallinas se sentirán más protegidas ya que les afecta mucho el viento y las corrientes de frío intenso.
- Cubre el gallinero con plástico o una toalla, pero sin tapar los respiraderos y los agujeros de ventilación, también es una manera de proteger a tus gallinas del frío.
- Asegúrate que el gallinero dispone de buenos materiales para afrontar los vientos y las fuertes lluvias. Los gallineros de madera ofrecen buen cobijo y el propio material del que están hechos aportan calor a las gallinas.
- Recuerda llenar los gallineros de paja limpia y seca diariamente para que no se acumule la humedad y evitar así que se resfríen.