La obesidad es un grave problema nutricional muy frecuente entre nuestros perros. Te damos algunas claves para combatirlo cuando sea una realidad. No pienses que es una cuestión de estética, sino de salud.
Un perro es obeso cuando su peso corporal es de un 15 por ciento superior al óptimo. Esta enfermedad afecta a un 25-50 por ciento de los perros. La obesidad de las mascotas también afecta a la propia obesidad de sus propietarios. Tranquilo. Si tu perro sufre de obesidad, te damos algunos consejos útiles para combatirlo.
Cómo notarlo
La mayor parte de los perros tienen una estimación precisa sobre su peso óptimo en función de su sexo y complexión. Cuando no existen datos de pesos ideales, la obesidad valora por el depósito excesivo de tejido graso, ya sabes, los famosos michelines.
- Las costillas deben poder palparse al pasar nuestras manos sobre ellas.
- No debe existir acúmulo de “grasa pendular”, la que cuelga en el abdomen.
- No deben existir acúmulos de grasa a ambos lados de la inserción de la cola ni en la zona superior a las caderas. Vigila esta zona, ya que es la de alto riesgo.
En el caso de que tu perro sufra obesidad, toma medidas para averiguar cuál es el origen, habla con un profesional veterinario para descartar posibles patologías. La segunda medida inmediata es disminuir la entrada de calorías en la dieta mediante una alimentación específica para adelgazar. Es imprescindible la administración exclusiva de un alimento específico y en la cantidad prescrita por el profesional.