Las principales afecciones de los perros son los dolores de estómago, los procesos de diarrea y los vómitos. El 56,5 por ciento de las consultas realizadas al veterinario están relacionadas, de un modo u otro, con este tipo de achaques.
La gastritis es tan común como el perejil, y la diarrea no es una enfermedad en sí, sino un síntoma que puede estar asociado a multitud de trastornos de diferente índole, de ahí la dificultad para diagnosticar el origen de la misma. Sea como sea, todo lo que nuestro perro ingiere y llega al estómago influye en la aparición de este síntoma. Por ello entre las principales medidas que debemos realizar para prevenir estos males son las siguientes:
- Evitar que meta el hocico en la basura e ingiera porquerías de la calle. Sólo se permiten las sobras de la comida familiar.
- Administrar raciones controladas y medidas de comida que sean perfectamente digestibles: la sobreingestión también provoca inflamación de la mucosa del estómago, es decir, gastritis.
- Los huesos, piedras y palos no deben formar parte de su dieta ni de su kit de juegos.
- Ante cualquier síntoma no alimentarlos con arroz y pollo, ya que podríamos convertirlo en una diarrea crónica.
- Procurar que no queden botes o cubos con productos de limpiezas y otras sustancias tóxicas a su alcance.
- Limítate a nutrirle exclusivamente con pienso seco equilibrado de calidad y recomendado por sus veterinarios.
- Mantén al día su calendario de vacunación, la diarrea puede ser síntoma de ciertas enfermedades infecciosas que pueden evitarse con vacunación.
- Cumple con su desparasitación interna cada dos o tres meses, en función de si vive en el campo o la ciudad.