Si tenemos una pequeña finca, nuestro huerto también estará expuesto a plagas y la pequeña invasión de animales que pueden provocar auténticos destrozos en nuestras cosechas. Algunos remedios para luchar contra estas plagas son inofensivos tanto para los animales como para nuestros cultivos. Estas son algunas sencillas medidas para evitar las plagas más comunes en nuestro huerto.
Topos
Son los más habituales en el campo, e imposible de cazar uno a uno. La rapidez con la que escarban y se esconden en los túneles para atrapar los gusanos que se encuentran en la zona de tierra más blanda, sobre todo en época de sequía. Un buen remedio para espantarlos es colocar botellas vacías en la tierra, de tal forma, que el viento entre en ellas y asuste a los topos que están bajo tierra.
Ratones
Otra de las grandes plagas en los huertos de verduras. Para que no coman las semillas de guisantes o judías, podemos rociarlas con parafina o tener un par de gatos en la finca. Si la plaga supera nuestro control, no quedará más remedio que aplicar veneno para roedores.
Aves
Junto con las tres anteriores, los principales visitantes en nuestro huerto. Generalmente son aves que comen insectos o que comen los pequeños frutos de los árboles. Para evitar que ataquen nuestros cultivos, la mejor solución es colgar hilos negros, o algo brillante que les cree confusión y les asuste. Si tenemos un cultivo muy delicado, lo mejor es colocarlo dentro de un invernadero, así evitaremos visitas inesperadas.
Ardillas
Ruidos producidos por molinillos de viento, aleja a las ardillas, aunque algunas intrépidas no pueden evitar caer en la tentación de los cultivos del huerto y se adentran igualmente. De todas formas, es una plaga menos habitual.